El PSG se enfrenta a una sanción UEFA por "Doping Financiero"

Comprado en 2012 por Qatar Sports Investments, una empresa propiedad de Bin Hamad Al Thani, el Emir de Qatar, el Paris Saint Germain es el próximo objetivo de UEFA tras los indicios de haber vulnerado el fair play financiero al acometer las operaciones de Neymar y Mbappe en verano de 2017. Es un hecho de que los dueños del fútbol llevan investigando al club francés desde que reventaron la banca ante los ojos del mundo. “La gran pregunta es, UEFA es lo suficientemente valiente como para hacer cumplir su propia normativa. Si no es ahora con este caso tan devastador, no será nunca”, afirma una persona cercana a la investigación

El máximo organismo del fútbol europeo sospecha que el PSG ha inflado sus ingresos por patrocinio por valor de €200m. La investigación comenzó después de la estupefacción que provocaron esos famosos €222m que pagó el club francés al Barcelona por Neymar el pasado verano. En este sentido, el salvoconducto por el que salieron Nasser Al-Khelaifi y sus consejeros fue aquello de que la operación había sido posible gracias a los sustanciosos contratos de patrocinio que había logrado el PSG dado el atractivo perfil de su nuevo futbolista. Lo que no sabían el jeque y sus colegas es que en ese momento se acababan de disparar en un pie. Días después y casi de manera simultánea se cocinó la obra de ingeniería jurídica que permitió también a Mbappe aterrizar en Paris. En esta ocasión camuflada en forma de cesión para evitar a la guardia pretoriana de UEFA. Ese préstamo incluía una cláusula de compra en Junio 2018 por valor de €200m. Todo ello siempre y cuando el club defendiera su primer puesto en la Ligue 1, cosa que va a suceder sin duda.

Según fuentes próximas al caso, la UEFA externalizó la investigación del PSG contratando a la consultora deportiva Octagon, la cual realizaría un sigiloso seguimiento sobre las vías de esponsorización del club, con la certeza de que esas empresas satélite tenían relación directa con el entorno de los propietarios del club parisino ya sea en forma de nexos financieros u otros vasos comunicantes. Durante todos estos meses Octagon ha tenido que determinar si estas entidades cataríes han respetado los cauces de la legalidad en términos de aportes económicos que se correspondan con la realidad del mercado actual. Según las fuentes que han tenido acceso a ese informe, las cifras de esos contratos están exageradamente infladas con respecto al valor que deberían tener. El comité de investigación del máximo organismo del fútbol europeo se va a reunir en las próximas semanas con responsables del PSG para pedirles explicaciones sobre lo reportado. El club se escuda en que la idea de que Neymar es un reclamo internacional de primer nivel, aspecto que hace que las cifras de patrocinio de estas próximas temporadas se hayan disparado, pero a no ser que UEFA trague con semejante fábula el club se enfrenta a una sanción ejemplar por vulnerar el límite financiero que establece que los clubes no pueden arrojar un déficit mayor de €30m.calibrado durante 3 años. Por otro lado, a parte de las cifras de traspaso, los casos Neymar-Mbappe se enfrentan a otro frente irrebatible. Entre ambos futbolistas se van a embolsar €40m anuales durante las próximas cinco temporadas que tienen de contrato lo cual dispara ambas operaciones en otros €120m. extra.

Conviene recordar que no es la primera vez que PSG cruza con bidones de gasolina por delante del fuego. En 2014 hicieron frente a una sanción de €60m. Importe que les fue descontado de su bonus UEFA por participar en liga de campeones. Dicho todo esto, UEFA no resolverá en un sentido u otro hasta el fin de este ejercicio financiero, fijado el próximo 30 de Junio. Para entonces el PSG podría incorporar nuevas vías de financiación adicional y frenar el tsunami que se le viene encima.