Joaquín Rodríguez Lawrance @jrlawrance para @offrecordnews
La dura prueba ha contado con muchos y bonitos ingredientes, además del hecho en sí de tener detrás esa dosis de misterio e intriga, razón que hizo que en su momento este grupo de aventureros se decantase por ella. "Lo peor y la mayor dificultad son los aproximadamente 10 grados de temperatura que en el peor de los casos hay que soportar durante algunas fases de la prueba", afirma nuestro protagonista. Para afrontar un reto de este calibre, el atleta manchego y sus compañeros pusieron rumbo a Escocia un par de semanas antes para ir familiarizándose con el entorno. Antes, ya se habían hecho una idea de lo que podían encontrarse. "Tres o cuatro meses antes empiezas a prepararte en los pantanos cercanos a Albacete para ir haciéndote una idea de lo que puede ser aquello, aunque obviamente no tiene nada que ver. Se trataba de reunir esas sensaciones. Elegimos el Lago Ness porque es el más importante de las Islas Británicas y por toda la historia que tenía detrás. Sin lugar a dudas es el buque insignia de Escocia".
A pesar de que lo importante era conseguir superar la prueba, Mateo reconoce que es inevitable imaginar lo que puede ocultarse bajo esas misteriosas aguas y que a primera vista aquel lugar impone bastante por todo su entorno. Además y por si fuera poco, unas semanas antes un grupo de científicos japoneses demostraron mediante un estudio, la existencia de un animal de enormes dimensiones en el lago a lo largo de la historia. "Cuando uno va nadando no piensa en demasiadas cosas. Tienes tanto frío que intentas dar el cien por cien, en no perder la técnica, en no bajar la guardia y recibes también todo el apoyo de la gente de fuera. Es un agua amarillenta en la superficie y bastante oscura hacia el fondo, puesto que hay mucha pizarra en las paredes, por lo que también piensas ¿dónde me estoy metiendo?".
Desde Fort Augustus, con los primeros rayos de luz y a las seis de la madrugada de una fría mañana del mes de agosto, una expedición formada por 13 personas se adentraba a bordo de una embarcación en las oscuras y gélidas aguas del Lago Ness. La aventura había comenzado y por la mente de todos, inconscientemente pasaba la posibilidad de encontrarse con un invitado de excepción: Nessie. Una tripulación formada por el patrón del barco, médicos, jueces, ayudantes y cámaras de televisión, sería el único apoyo y la única referencia que tendrían las cuatro personas encargadas de cubrir por relevos la totalidad del lago Ness hasta la playa de Lochend. Uno de ellos se zambulle en el agua durante una hora para posteriormente dar el relevo a otro compañero y así hasta el final. Esto supone que cada miembro permanece tres horas fuera del agua, todo un sobreesfuerzo físico y mental para sobreponerse a los principios de hipotermia, los tirones, las rozaduras, y demás secuelas que deja en un organismo humano una travesía a 10 grados de temperatura.
"Intentas concentrarte para no sufrir desmayos, ni bajadas de tensión, lo cual es difícil en semejantes circunstancias". A pesar de ser todo un profesional en esta materia, Mateo Pesquer no esta seguro de donde esta el limite o el punto de no retorno en un esfuerzo de este tipo. "Cuando llevas tres cuartos de hora nadando empiezas a tiritar, pero lo llevas mejor porque entras en calor, pero cuando sales del agua y subes al barco es muy duro. Tienes tirones en el abdomen y notas algo parecido a dos barras de hielo en la espalda. Estas totalmente helado y no sabes que hacer para entrar en calor...es horrible. Todo es un juego mental. Esta todo ahí, en saber que puedes hacerlo. Supongo que también va en función de la constitución de cada uno. Yo estoy bastante delgado y mi nivel de grasa es muy bajo, pero por mucho que te pongas a prueba es difícil saber cual es el punto límite. Hay gente que ha nadado en condiciones extremas en el polo norte. Lo cual te hace pensar en que siempre puedes dar mas".
Las condiciones climatológicas durante toda la jornada fueron horribles y un fuerte oleaje provocado por el viento, hicieron que la dificultad fuera todavía mayor. Además, otro dato importante es que los cuatro nadadores iban equipados con bañador convencional, lo cual es llamativo puesto que la inmensa mayoría de los "valientes" que retan al Lago Ness y sus secretos, suelen utilizar un traje de neopreno durante la travesía en busca de su hazaña.
EL LAGO NESS
Situado en las altas tierras de Escocia, el Lago Ness se extiende aproximadamente 37 km. al suroeste de Inverness. Es una gran falla geológica de aproximadamente 40 kilómetros de longitud por unos 2 kilómetros de anchura (en su parte más ancha 2.8) y muy profunda (en varios alcanza los doscientos veinticinco metros), rellena con el agua dulce que le suministra el río Ness que desemboca no lejos de uno de sus extremos. La falla, y consecuentemente el lago, debieron formarse hace 300 millones de años, pero hace 12.000 el suelo de la región se elevó y el lago también unos metros más sobre el nivel del mar.
En realidad el lago no posee orillas, pues se encuentra encajado dentro de un corte profundo del terreno cuyas paredes descienden a las profundidades casi verticalmente, con un grado de inclinación agudo. Sus aguas son muy oscuras, porque llevan gran cantidad de turba y a muy pocos metros bajo la superficie es imposible ver nada. Este lago forma parte de la serie de lagos interconectados de Escocia que fueron labrados por los glaciares durante las anteriores glaciaciones. Es el segundo lago más grande de Escocia por área de superficie con alrededor de 56,4 km2, pero debido a su gran profundidad es el de mayor volumen. Contiene más agua dulce que todos los lagos de Inglaterra y Gales juntos. Para hacerse una idea de lo que estamos hablando, en su parte más profunda, 226 m, la Torre BT de Londres de 189 m., quedaría completamente sumergida.
El lago Ness es más conocido por los supuestos avistamientos del legendario Nessie, como le llaman familiarmente, aunque este lago es atractivo por derecho propio. Sus aguas son ligeramente cálidas en la superficie y muy frías a medida en que se desciende. Las montañas le bordean con acantilados que proyectan una imponente sombra sobre las aguas. Hay sitios en que a pocos metros de la orilla la profundidad llega a los 200 metros, lo que hace de difícil la investigación. Una teoría que defienden los creyentes del monstruo, es que el lago tiene profundos canales subterráneos que lo comunican con el mar, por los que el supuesto monstruo entra y sale a su antojo, justificando así las largas ausencias entre sus apariciones. La superficie del lago está casi siempre tranquila, por lo que esta ausencia de olas hace más fácil la observación, y también la confusión, pues un pequeño tronco de árbol movido por una ligera brisa, puede crear una ola con su consecuente efecto óptico para que todo el mundo piense que ha visto a Nessie .
Por todo ello ha sido destino durante años de numerosos curiosos que han querido sumergirse en sus aguas para nadar rodeados de misterio y leyenda. La expedición de Mateo forma ya parte del libro de los valientes que se han atrevido a retar a este misterioso lago. Al final, tras 34 kilómetros y ocho horas y catorce minutos, Mateo Pesquer pisaba las piedras de la playa de Lochend tambaleándose. Lo habían conseguido. "Estamos muy satisfechos porque somos la primera expedición no británica en lograr culminar la prueba".