/ JORGE MENDES 

El hombre que cambió las reglas del juego

 


Una devastadora trayectoria que comenzó a principios de los años noventa en Samui Video, un local de alquiler de películas en VHS situado en un pequeño pueblo del norte de Portugal. En Viana do Castelo y alrededores acabaron siendo varios los locales regentados por un joven emprendedor que poco después se iniciaría en el mundo de la noche empleando a fondo sus dotes de persuasión para atraer a los públicos más selectos de la ciudad a los clubs y discotecas de Guimaraes.  Así empezó la rutina del que es hoy empresario más influyente del fútbol europeo.  

REDACCION       para  @offrecordnews 


Abrir una tienda y venderla a los pocos días por cuatro o cinco millones de pesetas. No es casualidad comentan. "Él nos ha devuelto la ilusión. Su ascenso ha revitalizado a mi país. Demuestra que el trabajo y la ambición, no tiene límites. Con ejemplos como el de Jorge, volvemos a sentirnos orgullosos de ser portugueses. Es un referente para los hombres de negocios", espeta un veterano aficionado del Oporto. Sin fortuna en el fútbol pese haberlo intentado, el camino de Mendes estaba ya escrito. Sus habilidades sociales le habían permitido entablar una gran amistad con el que por aquel entonces era el portero de Vitoria de Guimaraes, Nuno Espirito Santo, al que conoció en un club en el que ejercía de Relaciones Públicas. A través de un intermediario, Mendes se empeñó en darle una salida profesional más esperanzadora a su amigo y tras una serie de conversaciones consiguió enlazar con Lendoiro, presidente del Deportivo, un hueso duro de roer pero al que Jorge Mendes supo dar espacio, midiendo los tiempos, al igual que cuando se entrenan los músculos y tu preparador afirma que cuando más crece el músculo es en estado de reposo. Pues lo mismo ocurre con cualquier comunicación interpersonal, es en ese puente temporal, espacio que discurre desde el último contacto hasta la nueva conexión, cuando más capacidad de absorción de datos tiene la mente humana, momento en el cual se toman decisiones que en caliente, en el bis a bis resultan imposibles. De esta manera el luso engatuso a Lendoiro y este acabó pagando 300 millones de pesetas por Nuno Espirito Santo, y suponiendo para Mendes una inmejorable carta de presentación en Portugal.  Era el año 1996 y algunos futbolistas portugueses, atraídos por su sistema de seducción social acabaron poniendo todos sus asuntos en manos de aquel hombre. Era el elegido. Poco después, Costinha, un internacional luso que militaba en el Nacional de Madeira, en Segunda, recurrió a Mendes para rescatar su carrera, y este le colocó en el Mónaco de la Ligue 1 en un abrir y cerrar de ojos. "Costinha estaba desaparecido, nadie conocía su potencial hasta que se le permitió demostrarlo”. Acto seguido crearía la que a día de hoy es su nave nodriza, Gestifute, (Gestión de Carreras de Profesionales Deportivos), una empresa a la cual se uniría años después Polaris Sports, rama dedicada a gestionar los derechos de imagen de los casi 100 jugadores representados y en la actualidad administrada por su sobrino de 40 años Luis Correia.


En un tiempo record consiguió relacionarse con gente muy influyente que el abrió mercados como el británico pero antes realizó operaciones como la de Hugo Leal al Atlético de Madrid en el año 2000. "Mantenemos una relación sana desde aquella operación, la de Hugo Leal. Luego vinieron las demás", comenta Miguel Ángel Gil Marín. "No es el típico agente que coloca a un jugador y luego se despreocupa. No te lía con comisiones. Éste no. Es trabajador, honrado y busca un equilibro entre las tres partes: jugador, representante y club", añade el consejero delegado del Atlético. En la actualidad el equipo rojiblanco tiene en nómina a cuatro de los chicos de Gestifute: Saúl, Tiago, Oliver, Silvio. Antes pasaron Adrián, Falcao, Rubén Micael, Diego Costa y De Gea.


Su primer pelotazo internacional lo logró en 2002 con el traspaso de Hugo Viana, un talentoso pivote que despuntaba en el Sporting de Portugal y al cual logró colocar en el Newcastle inglés por una cifra cercana a los 12 millones de euros. Con esta operación derribó las puertas del mercado británico y logró introducir en el a Sergio Tinoco (Hull city) y Nuno Capucho (al desaparecido Glasgow Rangers). El fútbol portugués, hasta ahora dormido y encorsetado, veía como poco a poco se iban mostrando sus piezas al mundo exterior gracias en parte a una hornada de talentos emergentes que empezaban a ser un gran reclamo para los poderosos clubes de Europa. "Si es el mejor es porque se desvive por su gente. Los futbolistas deben limitarse a jugar. Que nos dejen el resto a nosotros. Desde regarle las plantas, hasta hacerles recados o hacerles la cena”, comenta un colaborador.  Se gestaba por aquel entonces lo que iba a ser su consagración como representante. En 2004 sería Mourinho quien caería en sus redes. El por entonces entrenador del Oporto consiguió alzar la copa de Europa de la mano de un puñado de jugadores a los que ya había tentado Mendes. Maniche había dejado a su antiguo agente, José Veiga , por el hombre de moda, lo mismo le ocurrió a Simao. Tras el título europeo del Oporto, Mendes logra que el Chelsea pague de una atacada 70.5 millones de euros por 4 futbolistas, Paulo Ferreira, Nuno Valente, Deco y Ricardo Carvalho. A ellos se unió Mourinho. Aquella operación supuso un hito en el mercado internacional y un éxito empresarial sin antecedentes para el Oporto. "A parte de ser un hombre positivo, que aporta soluciones, se mantiene cerca de los jugadores, pero no se aleja de los clubes“, insinúa uno de sus jugadores. Poco después empaquetaría a Maniche, Costinha y Seitaridis al poderoso Dinamo de Moscu del magnate Alexei Feduricsev, a cambio de 40 millones de euros, mientras que Nani y Anderson llegaban al Manchester por 57 millones. El cierre del verano de 2006 inyectó un activo de 150 millones de euros que rompieron el mercado futbolístico mundial.  Llevar la carrera de un futbolista no solo implica todo lo expuesto arriba sino saber también gestionar la parte humana. Precisamente en esa parcela el lisboeta es todo un especialista. Sabe cómo proteger a sus clientes, como ejercer de líder y liberarles de toda la presión de su entorno. “Mi madre y mis hermanas adoran a Jorge Mendes, como yo, y nadie más que él merece el premio al mejor representante del mundo, no sólo por lo que hizo por mí, sino por todos los jugadores que representa”, comenta Cristiano Ronaldo, su jugador franquicia.


El descubrimiento y la promoción de jóvenes talentos es uno de los objetivos principales de Gestifute, la cual ofrece a éstos una cuidada carrera, en un excelente ambiente. Sus tentáculos alcanzan también áreas de patrocinio, organización de eventos para asociar a jugadores y técnicos con marcas internacionales prestigiosas. Además su labor también abarca la concesión de licencias, cine, televisión, videojuegos etc.. "En los negocios es el más habilidoso. Y un enfermo del trabajo, es amigo, padre, hermano de sus jugadores, y estos suelen dar buen rendimiento. Además, Mendes está bien relacionado; es importante mantener contactos de su talla", afirma un alto directivo de la liga española. "El secreto de nuestro éxito es que somos innovadores. Todos los temas comerciales y de negociación los llevamos directamente nosotros. De inicio a fin, y con esa filosofía hemos conseguido abrir puertas impensables para el fútbol portugués”, comentan en la agencia. Además de Gestifute, Jorge Mendes también es asesor de fondos de inversión deportivos como Quality Sports Investment, Doyen Sports y colabora con la agencia Creative Artists Agency. Estas empresas han estado detrás de conocidas operaciones llevadas a cabo en diversos clubes, asentando un método de compra de derechos federativos evitando que el club destinatario tenga que hacerse cargo de grandes desembolsos.


Los traspasos de Ruben Micael, Falcao y Roberto han sido bajo este método, rentable como también lo de intermediar en operaciones de otras agencias satélite, así Mendes, cuenta con socios en Turquía (Ahmet Bulut) e Italia (Giuliano Bertolucci y Paulo Tonietto), participando de este modo de manera indirecta en operaciones como las de Arda Turan, Miranda, Emre y Diego Ribas. Su red de contactos es tan amplia que muchas veces actúa de enlace para muchos de los clubes de las grandes ligas europeas. “El trabajo en la sombra y evitar las filtraciones que puedan echar por tierra el trabajo de meses son también las claves de este proyecto. Primero actuamos y luego hablamos”. A día de hoy hay pocos palos que le queden todavía por tocar. Mendes está omnipresente allá donde se esté gestando alguna operación. Amigo de Sandro Rosell gracias a su vínculo con Nike, donde el ahora presidente del Barça representaba la marca en el fútbol portugués y brasileño, ayudó a la directiva en el fichaje de Ronaldinho y les vendió a Quaresma, Márquez y Deco, por unos 40 millones de euros. En el Besiktas de Estambul tiene a Quaresma, Hugo Almeida, Manuel Fernándes y Julio Alves, y en su día tuvo a Bebe (Benfica), Sima y Sydney.. Su nuevo club satélite es el Valencia C.F, plaza donde ha logrado situar a su socio Peter Lim, un mecenas asiático al que emborrachó de fútbol durante un viaje y acabó introduciendo en las sociedades de inversión de futbolistas. En Mestalla ha colocado 6 picas: André Gomes, Joao Pereira, Felipe Augusto, Joao Cancelo y Rodrigo. Al Real Madrid lo ha desposeído recientemente de Di María aunque mantiene a Cristiano Ronaldo, Pepe, Coentrao , Marcelo y James .


Aquel hijo de Manuel Mendes, funcionario de la Administración Pública, y María Agostinho, ama de casa, que un día abandono su Lisboa natal en busca de cuenta de un sueño, cuenta a día de hoy con una cotización empresarial superior a 650 millones de euros. Una exposición de talento con algunos de los mejores futbolistas del mundo y en definitiva el sueño de cualquier emprendedor hecho realidad.