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El patrimonio de la familia de Antonio Anglés


El clan encabezado por Neusa Martins custodia los principales enigmas del suceso por antonomasia de nuestro país. Según la madre, “el sádico de su hijo Antonio”  se fugó de forma en las mismas narices de la Guardia Civil minutos antes del registro que tuvo lugar en su vivienda de Catarroja. Un testimonio poco o nada probable si tenemos en cuenta que la benemérita estableció un perímetro en calles colindantes y vivienda, haciendo inasumible una fuga por los tejados del edificio. Pero vayamos poniendo testimonios en cuarentena. 

REDACCION  para @criminal_leaks


Públicamente, Neusa Martins siempre ha demostrado una innegable habilidad para repudiar la figura del más famoso de sus hijos, demonizando cada uno de sus actos, imaginamos que para evitar las miradas de una sociedad muy malherida. Madre de diez hijos, entre ellos Enrique, Roberto, Antonio,  Kelly, Carlos y Mauricio, varios de ellos con serios problemas mentales, según los que la han tratado de cerca, por dinero te cuenta lo que le plazca. A lo largo de los años, por su casa han desfilado decenas de medios de comunicación buscando exclusivas en las que su confesión ha ido fluctuando en función del caché del pagador y de si los contenidos eran más o menos sensacionalistas. De momento se sospecha que tras su silencio se esconde una jugosa recompensa ¿Pero de quién?

En su último testimonio público (2018) , la matriarca vuelve a insistir en la idea de que el "malisimo" de su hijo nada tuvo que ver con la ejecución de los crímenes (versión que compartimos) y afirma que detrás hubo "gente de traje.." Además, apunta que precisamente esos engominados fueron los que mataron a Antonio para poder cargarle después con la autoría, tesis a su vez reforzada por la inestimable narrativa que aportó Miguel Ricart durante sus declaraciones.

Llama poderosamente la atención el importante crecimiento patrimonial que ha experimentado la familia Anglés a lo largo de los años, algo incomprensible si tenemos en cuenta la precariedad con la que han vivido siempre. Neusa Martins percibe actualmente una prestación estatal de cuatro cifras, importe al que hay que sumar otros varios cientos de euros adicionales por la minusvalía de su hijo Enrique. Hasta ahí la parte más o menos reconocida, pero detrás hay mucho asunto subterráneo que sale a flote cuando observamos el tipo de vida que han llevado los Anglés durante los últimos 20 años. Mientras España debatía si hubo más o menos sangre en las manos de su hijo, alrededor de aquella mujer analfabeta que trabajaba  de sol a sol como sesadora de pollos en un matadero de aves comenzaba a  una alarmante metamorfosis económica. De repente, la casa Anglés empezaba a engordar su patrimonio a marchas forzadas. En la actualidad cuentan con cuatro inmuebles, uno de ellos pagado al contado. Entre sus adquisiciones, un piso en el centro de Valencia y un flamante chalet de tres plantas en la vecina localidad de Albal.  Mención especial merece Kelly Anglés, la glamourosa de la película, una apasionada de los coches de alta gama, el cuidado físico, los viajes y el mundo del espectáculo. Recientemente, la hermana de los Anglés se ha hecho patrona de barco, una afición de lo más elitista, y junto al resto de la familia también ha decidido renunciar a su apellido.  En la actualidad todos gozan de una nueva identidad que les permite vivir alejados de la sombra de su verdadero apellido. Los dos hermanos pequeños,  Carlos y Mauricio, se han convertido en sorprendentes empresarios. Entre sus aventuras en el mundo de los negocios destacan la gerencia de un restaurante en el centro de Valencia, la titularidad de una empresa de construcción constituida en 2016 y la adquisición de varias gasolineras. Aquella precaria familia que dormía en literas rodeada de basura, cucarachas y papelinas de droga, camina ahora con evidente facilidad. Frecuentes viajes al caribe y Brasil, numerosas cuentas bancarias, importantes transferencias internacionales de efectivo y algún que otro retoque estético. Juzguen ustedes si esto es o no comestible.


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