/ PASAPORTE BIOLOGICO 

El nuevo azote de la AMA contra el dopaje

 


Tras abordar en capítulos anteriores una completa radiografía sobre la Operación Puerto y sus componentes clave, nos detenemos ahora en la acera de enfrente, allí donde se rearman los perseguidores del fraude, el puesto de mando donde se ejecutan las técnicas más precisas para hacer saltar las alarmas. En este sentido y dado que la cadena de perfeccionamiento del dopaje avanza sin tregua, nos centramos ahora en el último gran azote contra aquellos que se entregan al engaño: El pasaporte Biológico.

Joaquín Rodríguez Lawrance                   @jrlawrance  para  @offrecordnews 


Hablamos de un arma concebida en 2006 y desarrollada en 2008 con el objetivo inicial de proteger al ciclismo de posibles réplicas de la Operación Puerto. En la práctica, consiste en un informe electrónico que registra en periodos anuales todos los controles a los que se somete un determinado deportista. De un vistazo y de manera gráfica, el estudio recoge los niveles de hematocrito en sangre así como los parámetros esteroideos que componen la orina de cada usuario. Su uso es simple, bastan una media de entre 6-8 controles al año por persona para detectar inmediatamente alteraciones (si las hubiere) en los niveles habituales que va dibujando la gráfica. Es evidente que dichos resultados dependen en mayor medida del tipo de metabolismo, altura, raza y componentes genéticos que tenga cada persona. Estos controles van generando un termómetro bayesiano sobre el cual se hacen comparativas en las sucesivas muestras, dictaminando de esta forma si existen o no alteraciones relevantes en los componentes sanguíneos o esteroideos que va recogiendo el pasaporte biológico. 4 Se trata en líneas generales de una batalla por el honor en todos los sentidos y para su consecución no se escatiman esfuerzos. El método en si le cuesta solo al ciclismo cerca de 6 millones de euros al año. "Es una herramienta fantástica cuando se utiliza correctamente. Eso significa que debes tener análisis de orina, análisis de sangre, recoger muestras y tener a expertos preparados para entender toda esa información", afirma Travis Tygart, director ejecutivo de la agencia contra el dopaje en USA.


¿COMO FUNCIONA EL PASAPORTE BIOLÓGICO?

La agencia mundial antidopaje (AMA) se apoya fundamentalmente en dos pruebas sumarísimas. Por un lado el análisis de hemoglobina y reticulocitos (glóbulos rojos jóvenes), y por otro, la tasa de hematocrito y el conteo de glóbulos rojos. Ambas pruebas se complementan e ilustran perfectamente el comportamiento biológico del deportista en breves espacios de tiempo. Puestos a experimentar, en la práctica los analistas consideran “anomalía” toda desviación que implique variantes en los niveles que refleja la gráfica por debajo de 0.5 puntos o por encima de 99.5 puntos con respecto al percentil referencia (la media habitual del “paciente”). Es decir, si el comportamiento hematológico normal de un deportista refleja niveles de hemoglobina de 13 o 14 g/Dl y de repente sube en un corto espacio de tiempo a 16 g/dl significa que ha existido un componente “externo” que ha alterado la secuencia de manera evidente. Raras veces es el propio cuerpo el que por sí solo y debido normalmente a alguna patología puede desnivelar los registros habituales, pero se ha demostrado que si la gráfica se dispara hay indicios reales de manipulación. biopass Como componentes estrella aparecen de nuevo las transfusiones sanguíneas y los ciclos de EPO. Ambos recursos provocan inmediatas consecuencias en el organismo del huésped. La agencia mundial antidopaje ha establecido un regla infalible en este sentido. Obedece a una reacción innata del organismo cuando por ejemplo se le practica una transfusión de sangre. En ese mismo momento el cuerpo, al detectar un exceso en el suministro de glóbulos rojos, inmediatamente deja de producir reticulocitos, término con el que se conoce a los glóbulos rojos jóvenes, por lo que una caída en la producción de estos indicaría que se ha producido una alteración voluntaria mediante cualquiera de estos métodos fraudulentos. Blanco y en botella.


Expuesto todo lo anterior, como no podía ser de otro modo en este proceso, la libre interpretación se dispara. La controversia está servida, ¿Cuándo se considera punible una determinada sospecha? Klaas Faber, químico holandés especializado en analítica, publicó en su día un estudio que puso patas arriba la interpretación de los valores de la sangre. "Los forenses criminales utilizan sofisticados modelos estadísticos para evaluar evidencias, sin embargo los científicos del dopaje han malinterpretado su estudio desde los inicios y esto a mi entender sesga al deporte". En la actualidad más de media centena de deportistas a nivel mundial han visto como su irregularidad en el pasaporte biológico les ha acarreado sanciones que llegan en algunos casos hasta los 4 años de suspensión.


SEÑALADOS POR EL PASAPORTE BIOLÓGICO

El atleta portugués Helder Ornelas, tiene el privilegio de haber sido el primero en caer en las redes del pasaporte biológico. Actualmente cumple 4 años de suspensión. A este le siguen, Denis Menchov, que perdió su segundo puesto en el podio del tour de 2010 y logró conservar sus logros en Giro y Vuelta a España, y Claudia Pechstein, patinadora alemana sancionada en 2009 por llamativos desniveles en su pasaporte biológico. La alemana lleva 5 años intentando demostrar que todo es fruto de su condición genética. Misma suerte corrieron Igor Yerokhin, atleta ruso sancionado de por vida en 2013 y Franco Pellizotti que perdió su tercer puesto del Giro en 2009.


Mención especial merece el ciclista Jonathan Tiernan-Locke, desposeído de su victoria en el Tour de Reino Unido en 2012 por alteraciones en su pasaporte biológico pese a que nunca había dado positivo en los controles que se le practicaron antes, durante y después de la prueba. El corredor se escudó en la excesiva ingesta de alcohol durante una celebración en pareja la noche antes de una de sus pruebas. La UCI y el tribunal de arbitraje fulminaron su conducta con dos años de suspensión, una multa de 35.000€ y el despedido por parte del equipo Sky. "Tratamos de mostrarles con mis cuentas bancarias y mis llamadas telefónicas que yo simplemente no podía haber llevado a cabo una operación del tipo que ellos estaban sugiriendo. También pedimos que volvieran a examinar mis muestras, pero nunca quisieron saber de ello", afirmó el corredor.


En España, de sobra conocido es el tufo que desprenden los casos de Alberto Contador y Marta Domínguez. El primero por “comerse accidentalmente” un filete contaminado con Clembuterol, tesis insostenible que los especialistas en materia no han dudado en contradecir señalando la evidencia de una transfusión sanguínea realizada con excesivo esmero. La UCI no tardó en desempolvar el asunto y acusar abiertamente al corredor. "No he tomado nunca sustancias dopantes durante mi vida deportiva. Siempre me he rodeado de ciclistas, doctores y directores que han rechazado categóricamente el uso de estas sustancias". El Tribunal de Arbitraje Deportivo sancionó a Contador basándose en los datos que arrojaba su pasaporte biológico. Poco después volvió a competir al más alto nivel. El caso de Marta Domínguez guarda alarmante similitud con el de Contador por el mero hecho de que ambos han sobrevivido al azote de la Operación Puerto. La agenda y material incautado a Eufemiano Fuentes durante registros está infestada de siglas y claves alfanuméricas de ambos aunque la opacidad del caso ha evitado que la sangría vaya a mayores. Justicia…a medias. Atrás quedan las noches en guardia. Ya no hay que esperar a que los vampiros te tiren la puerta en plena madrugada buscando indicios puntuales, sino que mediante un mero seguimiento regular de tu rastro biológico será tu propio cuerpo el que te ponga en evidencia si cruzas la línea demasiadas veces. "Desde un punto de vista de inteligencia el pasaporte biológico es fabuloso. Desde un punto de vista de detección sólo es una herramienta más dentro de una caja", afirma Travis Tygart.


Desde su estreno han sido ya varias las disciplinas que se han unido a una iniciativa que tuvo en Londres 2012 su flamante puesta en escena. Atletismo, fútbol y tenis ya funcionan a pleno rendimiento bajo este paraguas biológico. Hablamos de un sistema de alarma que aun así no es infalible a la hora de ahuyentar a los amantes del riesgo. Sin ir más lejos, hay vulnerabilidad en el método. Surfear sobre la hoja del cuchillo es posible y se logra con simples micro-transfusiones de sangre que no superen los 400 ml, tendencia que ya es toda una moda entre bambalinas. Si la dosis se calcula correctamente hay un índice de error muy sustancial en los parámetros que fija el pasaporte biológico. La trampa está mutando y ya se habla del dopaje genético como el próximo escalón de esta espiral del engaño.