ALBACETE   / PLAZA DE LOS APARECIDOS   

La fantasmogénesis dispara la venta inmobiliaria


Sus vecinos llevan décadas sufriendo en silencio. Los terrenos sobre los que se encuentra la controvertida Plaza del Periodista Antonio Andújar fueron en el pasado sede de un convento franciscano en el SXV y a finales del SXIX parte de un antiguo hospicio infantil. En el año 2010 se encontraron numerosos huesos humanos durante el soterramiento de un contenedor de residuos urbanos en la calle. Los fenómenos paranormales siguen sacudiendo a inmuebles y alrededores.

REDACCION  para  @offrecordnews


No pueden más. Los vecinos de un céntrico barrio de Albacete llevan años espantados dentro de sus propios hogares como consecuencia de la cadena de fenómenos poltergeist que suceden sin pausa en las inmediaciones de la conocida como Plaza de los Aparecidos. Nos son uno ni dos, sino decenas de afectados los que ya han comenzado a revelar abiertamente lo que han padecido desde que decidieron vivir en los alrededores de la Plaza del Periodista Antonio Andujar. Hay innegables evidencias de que en este lugar algo no cuadra. Situado a un par de minutos andando de la catedral y en las mismas puertas del paseo ferial, cualquiera diría que estamos en el centro de una moderna ciudad como Albacete. Muchos desearían vivir en tan envidiable zona. Pero no es así.  En las calles colindantes de la plaza observamos numerosos mensajes de pisos en venta, algo que en un primer lugar podría hacernos pensar que son fruto de una fase de especulación inmobiliaria, pero la realidad es bien distinta.  Aquello son llamadas de socorro de quienes quieren huir de sus hogares, cansados de un lugar absolutamente perturbado por fenómenos paranormales inexplicables. ¿Casualidad? ¿o mas bien causalidad?. Los portales inmobiliarios digitales también se hacen eco de esta creciente oferta y no escatiman en utilizar sus mejores esloganes para engalanar los inmuebles que buscan dueño o inquilino en este peculiar barrio albaceteño. Llama la atención que en el titular de la mayoría de esos anuncios clasificados no se cita el nombre de la calle o la plaza, sino que se sustituye con otros de proximidad geográfica. 

Lo que hoy son varios bloques de edificios circundantes a una plaza de apariencia normal, en su día fueron los muros de un antiguo convento franciscano y más tarde de un hospicio infantil.  "Mi sobrina ha alquilado su casa y se ha ido a vivir a otra zona. Tenía dos niños y no aguantaban más este rollo", afirma un jubilado. En a penas unos metros contamos hasta siete anuncios que nos advierten de que entramos en territorio comanche. Locales comerciales, pisos, apartamentos en alquiler etc... Nadie está exento de un comportamiento colectivo y un claro ejemplo de lo que están sintiendo los que allí viven. Todos guardan historias comunes sobre las situaciones que les llevan sucediendo en sus casas durante las últimas dos décadas. "Se hace muy difícil el tratar de seguir normalizando algo que ya se nos ha ido de las manos" , comenta una vecina con cara de haber dormido poco. Fenómenos de termogénesis, llantos infantiles, carreras por los pasillos, sombras, extraños olores, gritos y proyecciones hectoplásmicas son solo algunas de las situaciones a las que han sido sometidos durante todo este tiempo. En estos bloques de edificios han crecido generaciones de niños a la sombra de historias que nadie de su alrededor aceptó creer. Miedo a contar lo que han vivido por temor a ser juzgados injustamente. Hoy algunos ya son adultos y se niegan a mirar hacia otro lado. "Los que tienen perro, tarea doble. Es complicado lidiar con ello" , comenta otro joven mientras nos advierte que su vecino comenta habitualmente como a su inofensivo perro se le eriza el pelo en la cocina mientras enseña los dientes mirando al pasillo.  Los animales no son ajenos a ello y su extraordinaria sensibilidad les está jugando también una mala pasada.

En la zona se han llevado a cabo numerosas investigaciones al respecto pero como es habitual sin conclusiones claras. Allí, bajo esos cimientos existen residuos de dolor, de hambre, de agonía, de pena y es evidente que aquello lleva aflorando en tiempo sin que nadie sepa darle sentido y explicación. Ese halo de energía negativa ha provocado que incluso varias personas se hayan quitado la vida en extrañas circunstancias quizá por no haber sabido soportar más tiempo esta losa paranormal incontrolable. Un aviso a los escépticos. Pasen y  comprueben como en aquel lugar algo no va bien. Mientras tanto, que alguien cierre el portal...



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